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Ni estaban de juerga ni tampoco borrachos, los dos guiris hacían una ruta turística por la ciudad y cuando hicieron una parada para tomar un café, una atractiva jovencita asiática se ofreció para enseñarles personalmente los mejores lugares de la zona. Claro, ella era una profesional del sexo y su objetivo era terminar follando con los dos en la habitación de su hotel. Prueba conseguida tíos, después de explicarles que debajo de sus bragas no tenía lo que ellos esperaban y habiéndole dado ellos el visto bueno, el resto es lo que vais a ver a continuación.