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¿Te acuerdas cuando aún no vivías con tu novia y tenías que aprovechar los momentos en los que tus padres o los suyos salían a comprar o se echaban una siesta para follártela en el sofá?, ayyyyy, que buenos tiempos aquellos… Entre el miedo de que os pillaran y las ganas que tenías de follar, no tardabas ni un minuto en correrte y ella igual, desde luego el sofá es un gran sitio para tirarte a una tía y ésta pareja me ha recordado esos polvos de noviazgo que nunca se olvidad, ¿verdad?.