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No todos tenemos la misma capacidad de reacción y hay personas que en un segundo hacen lo mismo que otras en cinco. Después de toda la noche metiendole mano a esta morena y con la polla escupiendo leche sin ni siquiera tocarse, el tipo decidió que ya estaba bien y se la llevó a un hotel para follársela hasta por las orejas, pero ya fuera porque aún iba mareado por los cubatas o porque es tirando a cortito, cuando se dio cuenta la tia tenía en su mano un pedazo de paquete casi como el suyo y lo estaba masturbando. Aún con cara de tonto y con las correspondientes dudas, se abrazó a ella, la besó y todo por la patria.